virgen-de-los-santos-borobia-01JESÚS PARDO RUIZ. Presidente de la Asociación de la Tercera Edad Virgen de los Santos. Borobia.

La Asociación de la Tercera Edad Virgen de los Santos de Borobia es una de las más antiguas de la Tierra de Ágreda. Ha cumplido sus bodas de plata; 25 años de camino aunque los escasos cuarenta socios que le quedan no aciertan a ver claro su futuro. No porque les falle la vista sino porque cada vez son menos, más mayores y el cansancio hace mella en sus también cansados cuerpos.Jesús Pardo ha sido el panadero de Borobia toda la vida y ahora, a sus setenta y seis años, es el actual responsable de esta agrupación, ya que en la Asociación de la Tercera Edad Virgen de los Santos de Borobia no hay cargos como tal. “Cuando estaba de panadero, en la comida anual hasta veintiocho corderos les asaba gratis y todavía me tocaba hacer de camarero”, recuerda. Ahora, él y otros dos compañeros de la Junta son los que se dedican cada día a seguir abriendo el centro para los escasos jubilados que lo utilizan como sede social en los bajos del Ayuntamiento de la localidad.

¿Cuál fue el origen de la Asociación?

La fundación se remonta al día del Pilar de 1991 y llegó a haber aquí hasta 160 socios entre mujeres y hombres. Este año no llegamos a cuarenta, quedamos pocos. En aquellos años se hacían actividades y se organizaban viajes. Entonces sí que había Presidente, Vocales y demás.

Siempre hemos celebrado la fundación con una comida el doce de octubre y la seguimos haciendo, aunque ahora es una merienda. Celebramos las Navidades con turrones, en los Carnavales organizábamos una merienda, clases de gimnasia, taller de memoria y muchas otras cosas para los socios pero hoy en día ya no se hace casi nada.

Contamos con este local arrendado al Ayuntamiento de Borobia y por el que le abonamos una cuota al año pero el día que nos cansemos volverá a ellos. Seguimos teniendo socios con más de noventa años pero cada vez somos menos. Hace tiempo se pensó abrir como bar y así se hizo. Tuvieron que sacar hasta licencia fiscal porque los otros bares del pueblo se les echaron encima. Al final hubo que darlo de baja y dejarlo sólo para nosotros, Así que ahora me toca abrir y servir algún refresco a los que estamos. Muchos jubilados del pueblo no quieren apuntarse por no tener que servir a los demás.

¿Cómo ve su pueblo en la actualidad?

El pueblo va a menos. Aquí en Borobia en invierno estaremos alrededor de ciento setenta personas. La mayoría somos mayores pero también hay gente de mediana edad. Al no haber trabajo la gente se ha ido marchando.  Ahora parece que con la explotación de la mina puede que haya algo de actividad si hacen una planta en el pueblo para el tratamiento del mineral. Todavía tienen que arreglar los caminos de acceso como el de los Morotos.

Pero para que la gente que trabaje en la mina se quede aquí tendría que haber viviendas disponibles y en este pueblo no las hay. Hay muchas casas vacías de gente que viene en verano pero no las van a poner a renta. Hay que hacer viviendas pero también hay otro bando en el pueblo “anti mina”.

¿Cómo ve su pueblo dentro de diez años?

Esto va a menos. Este pueblo no tiene empuje ninguno. Cómo será la cosa que incluso hay algunos que se jubilan  se van y pasan más tiempo en otras ciudades como Zaragoza que en el propio pueblo.

¿Qué aspectos cree que hay que mejorar en su localidad?

Nosotros no podemos pedir otra cosa para las generaciones venideras que el trabajo. Los jubilados piensan en que les suban las pagas pero a mí me parece muy importante para el futuro que el día de mañana la gente pueda trabajar y vivir aquí. Además, han cerrado el Observatorio y las casas rurales, que son del Ayuntamiento, y no se sabe qué va a pasar con estas instalaciones. El turismo nunca se ha trabajado bien. Casi todos venían de visita y luego se iban.

¿Conoce los servicios que hay  (farmacias, colegios, guarderías, comercios, etc.)? ¿Cree que son suficientes?

Sí que los conocemos y los usamos. Aquí tenemos tres tiendas de ultramarinos y también vienen vendedores ambulantes. Tenemos panadero al que le vendí yo el negocio pero abrió, luego cerró y perdió la clientela. Ahora la ha vuelto a abrir el hijo pero casi todo lo vende fuera. También tenemos médico y farmacia. Estamos bien atendidos.